Slyrs Single Malt Oloroso

En 1994, Florian Stetter visitó la región escocesa de Speyside, donde el paisaje es bastante similar al de la Alta Baviera: bosques de pinos, montañas, lagos, ríos caudalosos y el aire limpio. Ya conocía el proceso de elaboración de la cerveza y en una apuesta durante ese viaje afirmó que destilaría whisky de malta en Alemania. Y así lo hizo. Regresó a la fábrica de cerveza ‘Hopf’ en Miesbach donde había aprendido el arte de la elaboración de la cerveza con el fin de iniciar la producción de su primera papilla de fermentación de whisky ‘mash’. Después de muchos contratiempos, se las arregló para destilar una maravillosa malta en 1999. Cebada malteada que en combinación con el agua muy pura del manantial Bannwald a los pies de los Alpes Bávaros se convirtió en la fórmula para el éxito.

Florian Stetter, propietario de la destilería Lantenhammer, utilizaba exclusivamente barriles de roble blanco americano de Missouri, de unos 225 litros de capacidad. Estos barriles dan al whisky un color y un sabor únicos, consideraba. No quería que su whisky fuera una imitación del whisky escocés de malta o del Bourbon, sino que fuera un producto único, con su propio carácter. De su producción total, presentan al mercado solamente una cantidad pequeña, el resto lo venden en la propia destilería. Por esa razón, la destilería controla de forma exhaustiva las unidades de venta para que sus whiskies de malta puedan llegar al máximo número de personas.

El whisky de malta se destila dos veces en alambique tradicional Pott-still de 450 litros de capacidad. Desde hace algún tiempo, realizan varios acabados diferentes; Oloroso, Amontillado, Pedro Ximénez, Porto, Sauternes y la versión de ‘cask strength’.

En 2007, Florian Stetter por razones de salud, cedió el liderazgo de la destilería a sus dos hermanos, Anton y Thomas Stetter Flothmann.